Muchos se sorprenden por estos días bajo los titulares que anuncian la llegada de médicos cubanos a Italia. Otros, a la espera siempre del comentario inoportuno, vuelven a acusar a los galenos de la Isla de espías y agentes del “gobierno rojo”.
En momentos en que el mundo sufre la mayor pandemia de los últimos siglos, en momentos en que más que nunca se necesita de la solidaridad internacional para enfrentar este desastre que amenaza con la existencia humana, una vez más, el pequeño país bloqueado por los EE.UU. envía ayuda a quien más lo necesita.
Esta no es la primera vez que La Habana envía a zonas de desastre a sus soldados de las batas blancas.
En todo el período revolucionario más de 400 mil colaboradores cubanos que han cumplido misiones en 164 países.
Según el Ministerio de Salud Pública de Cuba, en el país se han formado de manera gratuita 35 613 profesionales de la salud de 138 países.
En más de 50 años las brigadas médicas cubanas han realizado 14 millones de intervenciones quirúrgicas, cuatro millones de partos, y se contabilizan 8.3 millones de vidas salvadas.
En estos momentos Cuba tiene desplegados por 67 países unos 30 000 médicos, enfermeras y personal para-médico.
Las 25 brigadas médicas cubanas que combaten la COVID-19 en 23 países incrementaron con 2 041 (8%) colaboradores al personal de la salud en el mundo. En estos momentos, 1 006 (43%) se encuentran trabajando directamente en la zona roja, el resto ayuda en salas de vigilancia, observación y aislamiento.
Cuba rebasa hoy los 100 mil médicos activos, alcanzando la cifra más alta de la historia, y con ello, la proporción de 9 médicos por mil habitantes, un indicador de los mejores en el mundo.
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