Tener a nuestros hijos en un aula es garantía de supervivencia para el país. Mientras más tiempo pasen fuera de sus clases, menos conocimientos tendrán y menos disciplina y contacto social los preparará para su futuro. Ahora, que en Cuba la pandemia por la enfermedad del nuevo Coronavirus parece ir retrocediendo, el gobierno debe garantizar todas las condiciones para el retorno ordenado y eficiente a las clases.
Este 15 de noviembre nuestros hijos tendrán la oportunidad de continuar con su preparación académica y con el ritmo de vida que garantiza el futuro laboral de nuestro país. Hacerlo no será fácil, han sido muchos meses de pausa y tendrán que recuperarse en tiempo récord muchos contenidos sin los cuales no podrán pasar a cursos superiores. Este es un esfuerzo del que debe tomar parte toda la familia. El estrés pandémico puede ser sanado con una dosis moderada, pero intensiva, de estudio y disciplina escolar.
Además de los esfuerzos académicos a los que se enfrentarán los estudiantes y los profesores, las escuelas deberán convertirse en un santuario de seguridad sanitaria. El hecho de que el coronavirus vaya perdiendo espacio en nuestra sociedad ante la exitosa campaña de vacunación, no significa que no pueda regresar. Muchos países con altos índices de vacunación han recaído en nuevas olas de infección.
En este proceso de hacer y aprender al mismo tiempo, cada uno de nosotros se irá adaptando a una nueva normalidad que implica, ante todo, higiene y precaución. No podemos relajarnos o pensar que todo ha terminado. A nuestro país comenzarán a entrar personas de fuera que traerán consigo el virus y no les importará esparcirlo por aquí. Somos cada uno de nosotros los primeros que debemos exigir el cumplimiento del protocolo sanitario y dar el ejemplo en el día a día.
La alegría de ver a nuestros niños vestidos con sus uniformes de regreso a las aulas será la esperada luz al final del túnel. Ellos serán los que den los esperados pasos en el futuro que el país afrontará en lo adelante y nosotros los acompañaremos como los mejores guardianes que podamos ser.
CP
