Durante estos días muchos han criticado a aquellos cubanos que nos hemos mantenido muy pendientes de los resultados de las elecciones en Estados Unidos. Muchos nos han preguntado si hacemos lo mismo para con nuestro país. La respuesta es muy simple. ¿Acaso nunca han estado preocupados por quién será el nuevo vecino de al lado?
Los cubanos tenemos que dedicar mucho tiempo y esfuerzo para solucionar nuestro problemas internos. Eso es un hecho. Sin embargo, resulta ser que el humor del inquilino que habite en la Casa Blanca nos afecta directamente, nos guste o no. Si determinar quién será ese personaje es la crónica del momento, pues estén seguros de que nos mantendremos muy al tanto de estas noticias. Quien diga no hacerlo simplemente peca de ingenuo.
Vivimos en un planeta globalizado, bajo la hegemonía de una superpotencia capitalista que presiona a todos para poner en primer lugar sus “intereses y seguridad nacionales”. Nuestro país, por motivos harto conocidos, se encuentra bloqueado y al acecho constante de este imperio desde inicios de 1960. Incluso, si tuviéramos una excelente relación con nuestro vecino del norte, sería igual de relevante prestar atención, como mínimo, a sus asuntos internos.
Cuba Política ofrece materiales analíticos y de opinión sobre la realidad de la mayor de las Antillas, lo cual implica la observancia de sus principales socios y antagonistas. Nuestro equipo ha seguido de cerca el desenvolvimiento de las elecciones a la presidencia de los EE.UU. y desde ya anunciamos que nuestro próximo editorial será una reflexión sobre los resultados oficiales de esta contienda.
Nuestro objetivo constante es ofrecer una valoración crítica y objetiva de los hechos de la política nacional cubana. Esto nos lleva y nos llevará a dedicarle un espacio de nuestro trabajo a la política interna de los EE.UU. y sus relaciones hacia la isla.
Redacción CP
