Después de ver los resultados del SuperMartes, queda muy claro que la competencia por la candidatura del Partido Demócrata a las presidenciales de noviembre se disputará entre el izquierdista Bernie Sanders y el centrista Joe Biden.
El primero se define a sí mismo como “anti-sistema”, cosa esta que tendríamos que ver en la práctica cómo se define, y el segundo se centra en la meta de quitar a Donald Trump del poder. Para el establishment el candidato ideal es Joe Biden. Las grandes corporaciones y grupos de poder de EE.UU. jamás apostarían por alguien que promete aumentarles los impuestos y recortarles los privilegios.
Pero, para Cuba, ¿cuál es el mejor candidato? Los tres años y tanto de Trump en el poder han supuesto para la Isla un duro golpe en la economía. Cuatro años más de políticas agresivas empeorarían la situación existente. Así, el interés de todos aquí es que Trump pierda, por lo que deberíamos aconsejarles a nuestros parientes y amigos de allá apostar por el mejor candidato, el más óptimo para hacerle caer. ¿Cuál de los dos nos conviene? ¿Sanders o Biden?
Biernie Sanders promete: universidades gratis, eliminar la deuda estudiantil, sanidad gratuita para todos, eliminar los 81.000 millones de dólares de deuda médica, impuesto a la extrema riqueza, congelar todas las deportaciones, garantizar la democracia en los centros de trabajo y alcanzar el 100% de la energía renovable.
Por su parte, Joe Biden promete: reformar el sistema judicial penal, lucha contra la discriminación racial, Despenalizar el uso del cannabis y eliminar automáticamente todas las condenas anteriores por consumo de cannabis, eliminar la pena de muerte, enfrentar el cambio climático y gestionar una política de inmigración humanitaria.
Evidentemente a Cuba se le hacen más cercanas las propuestas de Sanders, en primer lugar por su perfil de izquierda y en segunda porque tiene una mirada más “afable” para con la Revolución.
“Estamos muy en contra de la naturaleza autoritaria de Cuba, pero es injusto decir simplemente que todo está mal” (…) “Cuando Fidel Castro llegó al cargo, ¿sabes lo que hizo? Tenía un programa de alfabetización masivo. ¿Es algo malo? ¿Aunque Fidel Castro lo haya hecho?”.
Sanders en una entrevista a “60 Minutes” de CBS.
Por su parte, Biden, antiguo vicepresidente de Obama, pareciera más propenso a continuar con la línea de “normalización” de las relaciones entre ambos países.
Por tanto, cualquiera de los dos sería mucho más conveniente para Cuba que un Donald Trump. Sin embargo, ese no es el problema. Se trata de identificar cuál de los dos está más preparado para derrotarlo.
Por una cuestión de afinidad o simpatía hacia sus propuestas podríamos decantarnos por Sanders, pero ¿es él quien podría derrotar a Trump?
A nivel de lógicas de poder todo indica que tanto la cúpula del partido Demócrata como el establishment nacional se decantan por Biden, pero no queda tan claro en términos de apoyo popular, donde la consigna es “cualquiera menos Trump”. Lamentablemente, el candidato del partido se define realmente por la decisión que tomen sus delegados y no el voto popular.
Mirando el asunto desde la Isla, naturalmente nos podemos cuestionar también cuán listo está el electorado estadounidense para decantarse por un candidato socialista cuasi-revolucionario. Nos debería asustar la tentadora ilusión de que Washington vaya a ser gobernado por alguien que quiere cargarse el sistema.
Puede que sean muchos los que apuestan por taparse la nariz y soportar el hedor trumpiano cuatro años más antes de votar por Sanders. Puede que muchos, de esos millones son techo, sin seguro médico y hasta el cuello de deudas lo den todo por Sanders. Tal vez los cubanos de la Isla no voten por en las elecciones de EE.UU., pero para aquellos que viven allí, más les vale pensárselo bien con tal de seleccionar al candidato más adecuado para desbancar al que hace sufrir a los suyos.
Redacción Cuba Política
