Gobernadores vs. Primeros Secretarios del PCC

Con la nueva estructura de gobierno en las provincias se mantiene y acentúa una de las grandes disonancias del sistema político cubano. Antes de la Constitución del 2019, la principal figura en los territorios provinciales deberían haber sido los presidentes de las Asambleas Provinciales del Poder Popular (APPP), en tanto este era el máximo órgano de representación popular. Sin embargo, el rostro visible ante la población y quien tenía el peso real en la toma de decisiones era el Primer Secretario del Comité Provincial del Partido, una figura netamente política y sin elección popular.

Tras el diseño y aprobación del nuevo esquema esta contradicción se agrava. Al ser eliminados los órganos legislativo-ejecutivos de las provincias y poner en su lugar a un órgano ejecutivo-administrativo, en representación del Estado, no cabe dudas de que asistiremos a una coexistencia poco clara entre ambos entes de poder.

De izquierda a derecha: Reinaldo García, gobernador de capital. Luis Antonio Torres, primer secretario PCC en La Habana

Una representación muy ilustrativa de esto se manifestó en el mismo acto de toma de posesión de los gobernadores este 8 de febrero. En todas las ceremonias fueron los Primeros Secretarios quienes leyeron el discurso de conclusiones al cierre de cada acto. De forma simbólica quedó muy claro quién es el que pretende seguir detrás del verdadero poder.

Esta nebulosa dualidad es del todo perjudicial para el sistema político y de gobierno en el país. A vista pública nunca se han conocido las disputas y contradicciones entre los antiguos presidentes de las APPP y los Primer Secretarios, pero no nos quepa la menor duda de que las ha habido.

Antes de este 8 de febrero, cada vez que un ciudadano se encontraba ante un problema que ninguna instancia estaba dispuesta a resolverle, su último grito aclamando ayuda iba dirigido al Primer Secretario de su provincia. No todos los ciudadanos están seguros dónde quedaba la sede de la APPP, pero todos sí estaban claros de dónde se ubicaba el Comité Provincial del Partido.

En lo adelante

Pese a que según la nueva Constitución, los poderes y funciones del gobernador/a provincial quedan bien limitados, y que lo que se quiere es un aumento del trabajo autónomo de los municipios, sin dudas será esta una figura de peso en cada territorio. ¿Seguirá siendo un rostro en la sombra como los antiguos presidentes de las APPP? De momento no lo sabemos, pero dada la poco habitual ceremonia de toma de posesión de este 8 de febrero, todo indica que el Estado quiere reforzar su uso.

¿A dónde se dirigirán ahora los ciudadanos con sus problemas? ¿Al gobernador o al primer secretario? A estas preguntas ninguno de los redactores de la nueva Constitución o los miembros de la comisión de asuntos constitucionales de la Asamblea Nacional ha brindado una respuesta coherente. Las pocas veces que se les ha preguntado al respecto frente a las cámaras han respondido con una escurridiza cita del texto constitucional. Cero explicaciones.

Cuenta en Twitter del gobernador de La Habana Reinaldo García Zapata:
https://twitter.com/rgzapata500?lang=es

Luis Antonio Torres Iríbar, primer secretario del Partido en la capital no cuenta con cuentas en Twitter o Facebook.

Sería útil preguntarse por la verdadera utilidad de este esquema. Sería útil que hablaran francamente acerca del porqué de esta dualidad institucional. Si es un sistema de pesos y contrapesos, que se diga. Si el verdadero poder está en el Partido, que se reconozca. ¿De qué sirve pretender algo que no es? Los mejores sistemas políticos son aquellos en los que las “reglas del juego” quedan bien claras a todos. Muchos podrían pensar que se trata de una estrategia de la “generación histórica” o de la “élite castrista” para perpetuarse en el poder. Pero, de ser así, de qué sirve complicar tanto las cosas. Tal esquema solo les perjudicaría.

Si el Primer Secretario, representante de la vanguardia de la sociedad, es la persona con mayores méritos y por tanto quien debería asumir el cargo de mayor importancia, entonces por qué el presidente de la república no lo propone como gobernador. O por lo contrario, si de lo que se trata es que sea el cargo de “primer secretario” el puesto de mayor peso, en detrimento del de “gobernador”, ¿por qué no se reconoce sencillamente así?

Cuando se diseña un sistema o modelo político, los encargados de la tarea tienen en cuenta cada uno de estos elementos. Es ingenuo quien no lo piense así. Quienes manejan la política y tienen en sus manos el poder sí se detienen a pensar en estos detalles. Si no lo hace son tontos o irresponsables por no hacerlo. Lo que sí podemos garantizar es que estas personas pasaron por alto, una vez más en nuestra convulsa historia republicana, el hecho de que las reglas y lógicas del sistema deben quedar, como mínimo, claras a todos, porque de lo contrario ellos mismo, junto al sistema, podrían verse afectados. Mientras más transparente sea el sistema, más perdurará en la historia.

Redacción Cuba Política

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