¿Cómo Cuba trata a sus pacientes con COVID-19?

En casi todas las ruedas de prensa diarias que ofrece el Ministerio de Salud Pública de Cuba, los periodistas preguntan acerca de los medicamentos y los protocolos médicos que utilizan en el país para tratar a los pacientes con COVID-19.

Lo primero que debe tenerse en cuenta es que en Cuba el tratamiento por coronavirus, así como por cualquier otra enfermedad, es totalmente gratuito. Del mismo modo ocurre con las pruebas PCR y los test rápidos que se realizan todos los días.

Ante estas preguntas las autoridades sanitarias del país informan que los tipos de intervención y tratamientos son propios de Cuba. Por su parte, en el caso de las intervenciones profilácticas y terapéuticas se diseñó y aprobó un protocolo de seguimiento para los pacientes recuperados.

Según los especialistas cubanos, en dependencia del nivel de complejidad de los servicios, se toma en cuenta a la población que ha estado sujeta a estas intervenciones y protocolos. Un ejemplo es el Biomodulina T, dedicado a personas y grupos de alto riesgo. Junto a este se aplica también el Prevengo Vir, destinado a aumentar las capacidades de defensa del organismo ante la exposición a los virus.

En el caso de los pacientes sospechosos se aplican los medicamentos Oseltamivir, Azitromicina y el tan nombrado Interferon alfa2b IM.

Este último también se aplica a los casos confirmados y aquello en estado grave o crítico. Junto a él se aplican: Kaletra, Cloriquina, Plasma 1, Plasma 12, Tocilizumab, Eritropoyectina, AcM 76, Surfacen y el CIGB258.

Esta es la lista más importante. En general son 17 productos nacionales y 4 importados los que se utilizan. Debe señalarse además que muchos de ellos se exportan a otras naciones y son utilizados por la brigadas médicas cubanas en otros países.

 “Estos protocolos se han ido perfeccionando, estamos en la versión cuatro. Aquí está la ciencia concentrada y tiene el concurso de todos los expertos. El 95 % de los pacientes han estado adheridos al protocolo. El 5 % restante son personas que llegaron tarde o niños muy pequeños”.

Existe un gran equipo de expertos en investigaciones asociadas a los protocolos y otro dedicados a la búsqueda de nuevos medicamentos y vacunas. A su vez, existen investigaciones clínicas epidemiológicas, las cuales reciben la atención principal de los esfuerzos que se realizan.

“Hoy estamos haciendo cortes de la clasificación clínica y epidemiológica del país. Hay grupos dirigidos a las técnicas y momentos del diagnóstico, la vida del virus, hasta que punto una persona puede transmitirlo o no, el cultivo de la enfermedad, ect. 

“También, estudios enfocados en las clínicas epidemiológicas, o sea, el estudio poblacional para buscar la prevalencia y los asintomáticos. Se ha hecho un diseño muestral para que finalmente de resultados sean validados. El estudio seleccionó 70 municipios,  260 policlínicos, 1 300 viviendas y 3 975 personas”. 

Con respecto a los grupos de alto riesgo como embarazadas y menores de edad, el protocolo tiene diseñado sus propios modos de proceder. Afortunadamente la enfermedad no ha atacado con tanta fuerza entre estos últimos.

Los especialistas del MINSAP y los centros de investigación señalan que todo este protocolo contra el coronavirus va a tener continuidad luego de la pandemia pues sirven de base para eventos posteriores y así fortalecer nuestras capacidades de respuesta.

Redacción Cuba Política

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