En otro paso más de la administración Trump hacia el empeoramiento de las relaciones con Cuba, en el día de ayer el Departamento de Estado del país norteño volvió a incluir a la Mayor de las Antilla en el listado de países que no colaboran en la lucha contra el terrorismo.
Hasta el momento, esta lista solo estaba integrada por países como Venezuela, Siria, Irán y Corea del Norte. Durante la administración del presidente Barack Obama, Cuba fue excluida de la misma tras 33 años de permanencia ininterrumpida.
Habitualmente, EE.UU. utiliza esta y otras listas como una forma de construir sus relaciones con otros Estados. Se trata de una «diplomacia imperial» en la que asume el deber de juzgar y castigar a las naciones que no se alineen con sus intereses.
Con este documento, Washington certifica a estas naciones en la Sección 40A de la Ley de Control de Exportación de Armas como «no cooperantes completamente» con los esfuerzos antiterroristas de EE.UU. De este modo, prohíbe la venta o licencia para la exportación de bienes o servicios de defensa a dichos Estados. Se trata de una especie de embargo (o bloqueo) en materia de defensa.
Según este documento, Cuba se incluye en él debido a que miembros del Ejército de Liberación Nacional (ELN) de Colombia, quienes viajaron en 2017 para llevar a cabo conversaciones de paz, permanecieron en la isla en 2019 y se negó a extraditar a 10 miembros de esa organización guerrillera, luego que la misma se adjudicara un atentado terrorista a la Escuela General Santander de Cadetes de Bogotá, la cual dejó 22 personas fallecidas y más de 60 heridas.
«La negativa de Cuba a comprometerse productivamente con el Gobierno colombiano demuestra que no está cooperando con el trabajo de EE.UU. para apoyar los esfuerzos de Colombia para asegurar una paz, seguridad y oportunidad justa y duradera para su gente», señala el documento.
El comunicado señala además que el país socialista de cobijo a prófugos estadounidenses. Entre dichos personajes menciona a Joanne Chesimard, quien fue condenada por supuestamente ejecutar al soldado estatal de Nueva Jersey Werner Foerster en 1973. Sobre esto último no contemos con información oficial del gobierno cubano.
Es curioso además que este anuncio se realice apenas unos días después de que se produjera el ataque terrorista contra la embajada de Cuba en Washington, hecho sobre el cual el gobierno norteamericano no ha ofrecido todos los detalles, y mucho menos un «pésame» por lo ocurrido.
Por su parte, Carlos Fernández de Cossío, director general para Estados Unidos del Ministerio de Asuntos Exteriores de Cuba, recuerda la continua tradición de apoyo a individuos y organizaciones terroristas por parte del gobierno de los EE.UU. contra Cuba, entre los cuales destaca el antiguo agente de la CIA Luis Posada Carriles, autor intelectual del atentado contra el Vuelo 455 de Cubana de Aviación en 1976, en el que murieron más de 70 personas.
Redacción Cuba Política
